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sábado, 16 de enero de 2016

Drive (Fuerza Máxima) - Steve Wang (1997)

(Advertencia: la siguiente crítica revela parte de la trama de la película)

Como pueden apreciar, esta crítica no se refiere a la homónima (y pretenciosa) Drive de 2011, dirigida por Nicolas Refn; sino a esta más humilde (y eficaz) Drive, también conocida como Fuerza Máxima, dirigida por Steve Wang. El hecho de que haya salido directo a video podría llevarnos a pensar que se trata de actuaciones mediocres, de un guión que acompaña dicha calidad y de una dirección (de acción) bastante ingenua e inexperta. Pues no. Todo lo contrario. Tanto es así que no se entiende cuáles fueron los motivos para que esta película no fuera estrenada en cines. Estoy seguro que hubiera tenido una muy buena recaudación. Pero sean cuales hayan sido estos motivos comerciales, me adentro ahora en la crítica.

El argumento, en concreto, se trata de un chino que tiene una especie de dispositivo en el pecho (dispositivo, que por cierto, nunca se nos muestra). Este dispositivo genera fuerza y habilidades sobrehumanas en él. Pero, no obstante ello, quiere librarse del mismo para volver a ser alguien "normal". Además de la compañía creadora del dispositivo, sólo existe otra que tiene la capacidad de retirárselo del cuerpo. Esta otra compañía está ubicada en Los Ángeles y hacia allí se dirige nuestro héroe, porque la empresa china se niega a extirpárselo y además la compañía estadounidense le pagará una buena suma de dinero por este dispositivo. Pero hay un problema (siempre surgen los problemas): los chinos no están nada contentos con la idea de entregarle el dispositivo a una empresa competidora. Así que ahí empezarán los inconvenientes (y las piñas y las patadas). Tratando de lidiar con estos avatares de la vida, el personaje principal se cruzará por casualidad con un hombre que está casi en la calle, y que ha perdido casi todo. A partir de ahí sus destinos estarán unidos, ya que deberán ayudarse mutuamente para poder sobrevivir a las ansias de aniquilarlos que tendrán los malos, mientras intentan llegar a la empresa compradora en Los Ángeles.

Uno llega sin muchas expectativas a la película (o al menos, yo llegué así). Espera ver un espécimen de esas películas de sábados por la tarde en la televisión. Y al parecer así empieza, como unos títulos no muy trabajados. Pero a los pocos minutos comienza la acción. Una acción verdadera y muy bien coreografiada. No como esas secuencias actuales donde un golpe en la cara se ve en una secuencia desde 10 tomas distintas, desde distintos planos y que son pasadas tan rápidas que uno sólo puede imaginarse el golpe. Aquí no es así. Los saltos, los golpes y las patadas están muy bien coreografiadas, cual de si de Jackie Chan (en su mejor momento) se tratase.

De a poco, el argumento nos va llevando de a poco dentro del clima de persecución y lucha que reinará durante casi toda la película. Pero esto último que digo no significa que son patadas y piñas a mansalva durante todo el film. La acción está dosificada perfectamente. En un orden casi cronométrico.

Las actuaciones son también destacables. Especialmente de los "chicos buenos". Tenemos a Mark Dacascos y a Kadeem Hardison formando un dúo tan congruente y simbiótico, que me recuerda a Rush Hour. Tanto las actuaciones de ambos, como los personajes que interpretan son totalmente creíbles. Casi en la mitad de la película aparece una apenas reconocible Brittany Murphy. Parte de la dificultad de reconocer que es ella estriba en que aquí actúa bien. Puede que este papel haya sido el adecuado para ella, y los demás papeles en que la vi actuando le quedaban demasiado grande. Sea como sea, aquí aporta una cuota de frescura a la película. Carencia de la que adolecen muchos filmes, en la creencia de que si lo hicieran caerían en un vórtice payasesco. Y eso no tiene por qué ser así ineludiblemente. Sólo se llega a eso si la dirección no logra integrar tal toque de frescura a la obra toda. Aquí Wang lo logra de una manera tan eficaz que uno se puede estar riendo y, al mismo tiempo, viendo expectante una pelea. Y lo logra sin convertir en payaso al actor principal.

Éste es uno de los aspectos más destacables de esta película: el humor. Está tan armoniosamente integrado que uno realmente disfruta viéndola. No es sólo piñas y patadas todo el tiempo. Ni tampoco bromas o chistes forzados. Cada cosa es como si estuviese milimétricamente planificada. Y Kadeem Hardison, sin verse convertido en un bufón, aporta gran parte de este humor. 

Realmente, cuando terminé de verla estaba tan sorprendido de que esta película cumpliera con creces lo que había prometido. Es altamente recomendable su visionado. Y una cosa más. Al final, uno se da cuenta que todo el filme no mostraba la búsqueda de la empresa para la extirpación del dispositivo, sino que se trataba de una especie de Bildungsroman (o "novela de formación") en donde los personajes que terminan la película son espiritualmente distintos a los que comenzaron. También queda la sensación de que el final permanece abierto, para cobijar la llegada de una segunda parte. Según la información que tengo, la segunda parte, lamentablemente, nunca llegó.




 

 

 

 

 


lunes, 11 de enero de 2016

Tokarev (Rage) - Paco Cabezas (2014)

(Advertencia: la siguiente crítica revela parte de la trama de la película)

Debo empezar confesando que esta película fue la que me llevó a escribir este blog. Quizá se pregunten: "¿Qué? ¿Acaso te pareció tan buena/mala que te movió a escribir una crítica favorable/desfavorable hacia ella?" No. No es tan buena, ni tampoco es tan mala. Es sólo que me hizo descubrir algo que no me había dado cuenta nunca sobre el cine. Digo, está ahí, pero es difícil verlo así, tan palmariamente. Y es algo que llamaré: el "corpus". Sobre ello, más que sobre la película, es sobre lo que quiero hablar en esta crítica en particular. Pero primero hablemos un poco sobre ella.

Esta película, Tokarev, más tarde renombrada Rage, y conocida en ciertos sectores del mundo hispanohablante como Furia Implacable, es un "típico" film de mafias y venganzas. Estrenada en el año 2014 y dirigida por el español Paco Cabezas, no se puede decir que desborde ingenio y brillo; pero tampoco se la puede castigar tanto como he visto que hicieron ciertos críticos. Prefiero seguir llamándola Tokarev, ya que me parece que es el elemento clave de la película.

Actúa el hipergestual Nicolas Cage, y otros actores que no aportan demasiado a la película. En pocas palabras, son bastantes acartonadas las actuaciones. Aparece (para los nostálgicos) un Danny Glover, que no aporta demasiado brillo tampoco.Las peleas no son gran cosa, ni las persecusiones tampoco. 

"¿Y entonces por qué decís que no hay que castigar tanto a esta película?". Sucede lo siguiente. La película comienza con la presentación de los personajes. Un antiguo asaltante (Nicolas Cage) devenido en un buen hombre de la comunidad, con una hija adolescente y una esposa (que, por cierto, no es la madre de la chica). Este buen hombre sale a cenar con su esposa, mientras su hija se queda en casa pasando un inocente momento con unos amigos. Ahora bien, esta cena se ve interrumpida cuando van a comunicarle que algo malo ha sucedió con su hija. Vamos, que la secuestraron. Los compañeros de la chica están todos golpeados y le narran cómo unos secuestradores encapuchados ingresaron, forzando la puerta, y se llevaron a la chica. "¿Acaso tu crítica se basa en una narración completa de la película?" Tranquilos que quiero llegar a un punto en concreto. Allí empieza una situación en la que este buen hombre no sabe qué hacer. La esposa le dice que haga todo lo que tenga que hacer; y lo deja bien en claro: ¡todo!. Ni lerdo ni perezoso va en busca de un par de antiguos compañeros de pecados, y les pide que empiecen a sacudir algunas jaulas, buscando información acerca de la hija. Estos dos amigos de Nic no son ningunos nenes de pecho, y comienzan a tirar piñas a diestra y siniestra pero no obtienen nada. Días después, la chica es encontrada muerta. Empiezan a pensar que fue por una venganza, que no fue por dinero, ya que nunca lo solicitaron. ¿Pero quién? Si él estaba retirado de los negocios oscuros desde hace 15 años. Pues fácil, pongamos un poco de estereotipo xenófobo, y que comiencen  las opciones: entonces se preguntan si habrán sido puertorriqueños, chinos, mexicanos, rusos. En fin. El informe de balística asevera que la bala con la que mataron a la chica pertenece a un arma rusa, una Tokarev, que estaba relacionada con unos crímenes de hace un tiempo. Bien. Eran los rusos entonces. ¿Pero por qué? Y entonces recuerdan que un día, hace mucho tiempo, ellos (Nic y sus dos compinches) habían asesinado al hermano del capo de la mafia rusa para robarle un dinero. "¡Listo! ¡Eran ellos los que le mataron la hija!" Momento. Falta un pequeño detalle. El capo de la mafia nunca se había enterado que habían sido ellos los que asesinaron a su hermano. O sea, que alguien los delató. 

¿Complicado de entender? Pues no. En la película se presenta toda esta situación de una manera más simple y comprensible que lo que lo estoy haciendo yo. Pero ese momento es importante. Entonces recién ahí comienza la verdadera película de género. De género mafioso, como tantas que hay. Y se recorren todos y cada uno de los lugares comunes (bueno, no todos; en este momento se me ocurren varios que no utilizaron). Se comienzan las persecusiones, las llegadas intempestuosas a los centros de negocios de la mafia, tiros por aquí, patadas por allá, venganza por aquí, venganza por allá. "O sea, ¿es lo mismo que cualquier otra trillada película de mafia?" ¡No! Ahí está lo valioso de esta película. Paco Cabezas nos está haciendo caer dentro de la inercia del "corpus". "¡¿Pero qué es el corpus del que tanto hablás?!". Ahora lo diré. 

En Derecho, la interpretación de una ley no se puede hacer tomando al texto de la norma de manera aislada. "¿Te equivocaste de blog? Éste es de cine, no de Derecho". Quiero explicar algo. Tranquilos. Decía, antes de que me interrumpieran, que en Derecho, cuando se realiza la interpretación de una ley, no se puede hacer ello tomando el texto de la misma de manera aislada. Se lo debe conjugar con todo el sistema normativo en donde ella está inscripta. Ese sistema es el que va a permitir al intérprete (juez, abogado, etc.) poder "extraer" el sentido real de lo que quiere decir la ley, ya que todo ese sistema normativo va a evidenciar cuáles son los valores más importantes a proteger, cuál es el sentido de la estructura normativa, y va a impedir (teóricamente) que se produzcan inconsistencias en las normas al ser éstas interpretadas. Ese conjunto normativo en donde está inserta la ley en particular es el "corpus". Este película, Tokarev, me abrió los ojos sobre que también existe un "corpus" en el cine. Y específicamente en lo que respecta a este film, un corpus sobre películas de mafias y venganzas. Y es con eso que juega Paco Cabezas. Nunca antes yo había visto algo así. Pone a funcionar todo el engranaje del "corpus" de las películas de mafias y venganzas. Y terminan (casi) todos muertos. Pero uno ve que se sigue esa "típica" línea de film de mafia, pero no está conduciendo a ningún lado. Una tiene una expectativa, creada luego de ver interminables réplicas que sólo difieren en los actores y en los nombres de los personajes, una y otra y otra y otra vez. Uno tiene creado ese "corpus" en la mente. Y Paco Cabezas lo sabe. Por eso uno se siente extraño al ver que el siguiente paso (que nos indica el "corpus") no puede ser dado. Y al final nos damos cuenta (al mismo tiempo que Nic) que todo lo del secuestro era una mentira de los amigos de la hija. Que jugando con un arma accidentalmente la habían matado ellos a la chica. Esta arma, una Tokarev, era una que él tenía guardada de cuando robó, asesinó (y le quitó esta arma) al hermano del capo mafia ruso. Y allí todo encaja, y toda la estructura del "corpus" con el que jugó Paco Cabezas, mientras se ríe de nosotros, la hace trizas en un segundo. Nos muestra una cosa y nosotros (acostumbrados a la estructura) seguimos inconscientemente, para luego el director mostrarnos que no tenemos que seguir caminos sin razonar y por pura repetición. Allí está el valor de la película. En el juego que realiza con el "corpus" de las películas de mafia y venganzas. Allí está lo (¿único?) rescatable de este film. Y ello fue lo que me impulsó a escribir este blog (que espero continuar de ahora en más), ya que no encontré que nadie se diera cuenta de ello. Del juego al que somos sometidos al ver esta película.